La historia de las microletras es tan rica como diversa, reflejando la evolución de la literatura hacia formas más breves y concisas de narración. Aunque la práctica de contar historias cortas ha existido desde tiempos inmemoriales, el concepto moderno de microletras ha ganado popularidad significativa en las últimas décadas, especialmente con el advenimiento de la era digital.
Orígenes ancestrales
Las raíces de las microletras se pueden rastrear hasta las fábulas, parábolas y cuentos populares que se transmitían oralmente a lo largo de la historia. En la antigüedad, las historias breves eran una forma eficiente de compartir sabiduría, moralidad, y entretenimiento.
Literatura breve en la tradición literaria
En la literatura escrita, encontramos precursores en autores como Augusto Monterroso con su famoso microrrelato «El dinosaurio» (1959), que consta de solo siete palabras: «Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí». Este relato es considerado uno de los ejemplos paradigmáticos del género.